
Parece ser que al negocio de la construcción se le ha unido otro igual de lucrativo para poder especular, la cultura o el de los eventos culturales.
Precisamente esta semana se han hecho públicos los carteles de dos importantes eventos que se desarrollaran en la ciudad de Barcelona: el Primavera Sound y el Summer Festival, dos claros ejemplos de hasta que punto en este país se aprovecha cualquier excusa para llenarse los bolsillos y hacer negocio sin ningún tipo de miramientos.
Y es que como alguien filtró a los medios de comunicación no hece demasiados días, resulta ser que los promotores musicales de este país, ya no son gentes amantes de la música, (coleccionistas y esporádicos críticos en alguno de los casos), si no que sufren un intrusismo por parte de los amantes del dinero fácil, de las fortunas sin escrúpulos y del todo vale para llenarme los bolsillos.
Dinero llama a dinero, y claro está, si el
vecino puede yo no voy a ser menos, parecen pensar éstos pícaros del siglo XXI, que tratan de emular a esos dos hijos de papá de apellido Morán, que un buen dia cansados de malgastar la fortuna familiar en una sala de conciertos (otrora discoteca o bar) de maravilloso nombre, decidieron emplearlo en crear un festival a su medida primero en lo musical, el dinero ya vendría más tarde, total ese no era el problema...
vecino puede yo no voy a ser menos, parecen pensar éstos pícaros del siglo XXI, que tratan de emular a esos dos hijos de papá de apellido Morán, que un buen dia cansados de malgastar la fortuna familiar en una sala de conciertos (otrora discoteca o bar) de maravilloso nombre, decidieron emplearlo en crear un festival a su medida primero en lo musical, el dinero ya vendría más tarde, total ese no era el problema...Estos dos individuos pronto comenzarón a pavonearse por todo el país, haciendo gala de su floreciente riqueza y de como si montas un festival, puedes ganar mucha pasta ayudado por las instituciones públicas.
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